Welcome to #WorkforceWednesday! As partners in Washington State’s WorkSource system and the American Job Center Network, the Employment Security Department helps people – unemployed or not – find new jobs and learn new skills. We help them experience the life-changing Power of a Job.
Every week, we spotlight a different Power of a Job success story. This week’s story comes from Amee Gilbert, who reluctantly attended a mandatory orientation class at WorkSource Kitsap after being laid off. To her amazement, she found many valuable resources to help land her dream job quickly.
Here is her story.
I’m Amee Gilbert. Back in May, I found myself laid off from my company due to downsizing.
To receive unemployment benefits, I needed to attend an orientation. Honestly, while driving in, I dreaded the idea of the class. Years ago, I’d attended this orientation and wasn’t impressed. But I dragged myself in anyway.
Immediately, it felt different! The class went by quickly and it wasn’t just hours of basic stuff. It gave me real information. When they handed me a calendar of classes for job seekers, I found I was circling almost every one of them. My next month was filled with course offerings.
After completing a few, I thought I was ready to go. Then I took the resume and cover letter class. I thought I had a great resume, but quickly realized it needed work. While it looked fantastic — showing accomplishments, awards and education — it needed to be much more focused. Plus, I didn’t realize the way it was presented was actually hurting me. I learned a lot.
Soon after, I sent my new resume to a dream job. Within an hour, the employer scheduled a phone interview. It went well. They said they were “very impressed” and asked if I was available for an in-person meeting with the owner the following week. Right after that interview, they offered me a job. Out of 72 applicants, I was number one for the position. This made me feel really good.
Using WorkSource is such a positive and enlightening experience. Looking back, I feel ashamed I didn’t think I needed their help. In reality, they taught me a lot. Often, we think government just provides handouts to the needy. It turned out I really needed it and those classes could help anybody.
For instance, during my orientation class, one of the attendees was an emergency room physician. She said, “I want to start my own business.” Staff replied, “I’ll help you learn that!” I thought, wow! She’s a doctor and getting these services. Then I thought about it: This class is something [employers] pay for with taxes, so it’s for anyone. It’s able to help all of us.
Once I put pre-conceived notions behind me and put what I learned to use, I ended up exactly where I wanted to be: ahead of schedule and headed down the career path I wanted.
¡Bienvenidos! A #WorkForceWednesday!
WorkSource tiene algo para todos —aun cuando no lo sepa
Me llamo Amee Gilbert. En mayo, me vi sin trabajo por que la compañía redujo su tamaño.
Para recibir beneficios por desempleo, tenía que ir a una orientación. De verdad, cuando iba manejando, estaba renuente a la idea de estar en esa clase. Hace años, yo participé en esa orientación y no me impresionó. Pero, de cualquier manera, me llevé a rastras.
De inmediato, ¡lo sentí diferente! La clase pasó rápido y no eran horas de cosas básicas. Me dio información real. Cuando me dieron un calendario de los talleres de trabajo, y me encontré marcando casi todos. El mes siguiente me llené de actividades que ofrecían.
Después de completar algunos talleres de trabajo, creí que ya estaba lista para salir [a buscar trabajo]. Pensé que tenía un résumé muy bueno pero, me di cuenta rápido que necesitaba pulirlo. Aun cuando se veía muy bien, mostrando logros, premios y educación necesitaba estar mucho mas enfocado. Además, no me di cuenta que la forma en que yo me presentaba, en realidad no me estaba ayudando. ¡Aprendí mucho!
Rápido envié mi résumé para el trabajo de mis sueños. Antes de que pasara una hora, ese empleador hizo una cita para entrevista telefónica. Fue bien. Ellos dijeron que estaban “muy impresionados” y me preguntaron si tenía tiempo para una entrevista en persona con el dueño la siguiente semana. De inmediato, después de la entrevista me ofrecieron el trabajo. De entre 72 solicitantes, yo quedé en primer plano. Esto me hizo sentir muy bien.
El utilizar WorkSource fue una experiencia positiva, instructiva y práctica. Viendo hacia ataras, sentí vergüenza de pensar que no necesitaba su ayuda. En realidad, me enseñaron mucho. A menudo, pensamos que el gobierno solo proporciona dádivas a los necesitados. Resultó que en realidad si necesitaba y que esas clases podían ayudar a cualquier persona.
Por ejemplo, durante la clase de orientación, una de los participantes era una doctora de sala de emergencias. Ella dijo, “quiero comenzar mi propio negocio”. El personal contestó, “te mostraremos como hacerlo.” Pensé, ¡guau! ella es una doctora y esta recibiendo esos servicios. Luego pensé acerca de eso. Esta taller de trabajo es algo [que los empleadores] pagan con sus impuestos [de nómina], es para todos. Puede ayudarnos a todos.
Después de haber dejado las nociones mal concebidas y haber puesto en uso lo que aprendí, terminé exactamente donde quería estar: antes de lo previsto y en el sendero caminando en el campo que quería.
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